Las plantas necesitan nitrógeno para crecer grandes y fuertes. Les ayuda a formar hojas verdes que reciben la luz del sol. Las plantas pueden enfermarse y no crecer bien si no hay suficiente nitrógeno disponible. Lee más para saber sobre el nitrógeno y lo que podemos hacer para mantener nuestras plantas felices.
El nitrógeno es como un alimento para las plantas. Les ayuda a generar proteínas que necesitan para su crecimiento. Las plantas pueden producir hojas y tallos rápidamente cuando tienen suficiente nitrógeno. Esto es importante porque las plantas usan las hojas para crear su alimento. Así que, las plantas no pueden crear alimento y crecer correctamente sin suficiente nitrógeno.
El nitrógeno en el aire no puede ser utilizado directamente por las plantas. Ellas lo requieren en una forma diferente — como nitrato o amonio. Pero ciertas plantas especiales, incluyendo guisantes y frijoles, alojan pequeñas bacterias en sus raíces que pueden convertir el nitrógeno del aire en nitrato. La fijación de nitrógeno es el nombre de este proceso. Estas plantas pueden ayudar a proporcionar nitrógeno adicional en el suelo para que otras plantas lo aprovechen.
Las plantas deficientes en nitrógeno presentan síntomas característicos. Sus hojas se amarillean y crecen lentamente. Podemos usar fertilizantes a base de nitrógeno para prevenir la deficiencia de nitrógeno. Esto permitirá que las plantas reciban toda la comida y nutrientes PRODUCTOS necesarios para un crecimiento óptimo. También podemos sembrar cultivos de cobertura, incluidas plantas fijadoras de nitrógeno como guisantes y frijoles, para mantener la salud del suelo.
Nitrógeno (que también es importante para el suelo) Cuando las plantas absorben nitrógeno para crecer, parte de él regresa al suelo cuando esas plantas mueren. Esto contribuye al crecimiento de otras plantas más tarde. Pero si abusamos de los fertilizantes que contienen nitrógeno, podemos terminar envenenando nuestro suelo y agua. Por lo tanto, el nitrógeno debe usarse con moderación para mantener un entorno de suelo saludable y vigoroso para las plantas y los animales.
Para aprovechar al máximo el nitrógeno, podemos cultivar cultivos de cobertura entre nuestros cultivos principales. Estos cultivos de cobertura ayudan a retener el nitrógeno en el suelo y reducir su lixiviación. Incluso podemos usar fertilizantes orgánicos, como el compost, que liberan nitrógeno lentamente para nutrir nuestras plantas. Cuando gestionamos el nitrógeno con cuidado, podemos cultivar plantas sanas sin dañar el medio ambiente.